Rivadavia de Lincoln

RIVADAVIA LO PERDÍA A LOS 47' Y LO EMPATÓ A LOS 49'.
CON EL TIRO DEL FINAL
Tenemos motivos para festejar los hinchas del rojo. Los cientos que ayer copamos la popular del club Argentino de Pergamino. Porque además del agónico empate merecidamente festejado por todos. La tarde del domingo fue una verdadera fiesta en la tribuna visitante. Con una hinchada cantando todo el partido. Una popular en la que no cabía un alma más. Los bombos que retumbaban cinco cuadras a la redonda. Y el grito de gol en tiempo suplementario que daba cifras definitivas al partido. La familia roja tiene razones para aplaudir y victorear a los jugadores y el cuerpo técnico. Tiene fundamentos para ilusionarse con una clasificación. Hace siete días gozaron con una histórica victoria sobre un grande de la categoría, Huracán de Tres Arroyos; ayer, celebraron como si se tratara de un triunfo el agónico empate 2 a 2 con Juventud.
En un emocionante final, con goles de Dante Zuñiga y Leonardo Pringles, el equipo de Lincoln remontó sobre el final un baldazo de agua fría que también llegaba en tiempo de descuento. Y fué justamente un ex fogonero, "el pato", el que amargó al celeste en su casa. El vibrante final desató la alegría en unos y provocó la desazón de otros. Porque entre los futbolistas de La Juve quedó un amargo sabor, ya que el conjunto local tuvo el triunfo a su merced, pero debió conformarse con sumar apenas un punto ante quien hace poco tiempo atrás era uno de los rivales directos en la pelea por evitar la promoción. Pero que hoy lucha por un lugar en los play off.