Rivadavia de Lincoln

RIVADAVIA GANA Y AHORA ESTÁ TERCERO
BENDITA SEA TU LUCHA













Necesitaba cambiar mucho con respecto a su última imagen el equipo que comanda Juan Carlos Pirez. Es que los recuerdos cercanos a la excursión a Bahía no dejan un grato sabor de paladar en la boca. Porque el rojo seguía prendido pero con un déficit importante en lo futbolístico en su último partido. Para colmo, se venía Huracán de Tres Arroyos, equipo que hace tres años jugara en primera división, que poco busca el juego y se la pasa por las alturas buscando también prenderse en la pelea.

Rara vez es lineal la historia de un partido. Las previsiones y los tan mentados dibujos tácticos tienen importancia hasta que un momento, un punto de inflexión, tuerce los planes y el desarrollo por completo. A los de Tres Arroyos esta circunstancia habitual del fútbol les hizo trizas una tarde que, hasta que ocurrió, se les presentaba con perspectivas no tan lejanas. Eso sucedió pasada la media hora del primer tiempo y dividió las aguas del encuentro.
Así Rivadavia fue de entrada a buscar el partido, con gente alta y fuerte en el fondo para aguantar el juego aéreo del rival; con buen pie y marca en el medio para copar la parada; con dos delanteros que pelean y corren todas. Entonces el Globo, paró una línea de cuatro en el fondo que se convertía sin la pelota en una importante de seis hombres; con Valente que limitó su juego (por pedido de su entrenador) a perseguir y a hostigar a Sepúlveda; y que sea lo que Dios quiera con Claudio García y Vazquez en la delantera; ah!, con la táctica de que cualquier pelota parada vaya como centro al área rival. Fichas de ajedrez bien puestas y a jugar.


Recién a los 38 minutos se abriría el marcador para el elenco de la ciudad. Cambio de frente de Andrés Alonso para Gonzalo Gho sobre la derecha, este levanta la cabeza para observar la rápida llegada del "Goleador" Oscar Altamirano para que éste toque suave a la red y así quebrar el cero dándole algo de justicia al partido. Otro gol del "Gran Oscar", un nueve que promete. Que cuando escuchó algún silvido proveniente de alguien en la tribuna se lo respondió con goles. Que sabe muy bien que tiene el respaldo de la mayoría de los hinchas, y ese respaldo y cariño de la gente se lo ha ganado con buenas actuaciones y sobretodo a fuerza de goles. Octavo gol para Altamirano con la casaca roja y blanca y 1 a o para Rivadavia sobre Huracán.

Para el complemento, el globo fue con todo a buscar el empate, quizás por el simple orgullo y ganas de volver a ser aquel grande de hace pocos años atrás. En cambio Rivadavia tomó un rol aún más pasivo y de a poco fue perdiendo terreno. Faltas y más faltas lo llevaron a arrinconarse cada vez más contra su arquero y a comenzar la plegaria del aguante. Es que por momentos el medio no hacía pie y no podía sostener el balón, por nerviosismo quizás, por la vehemencia rival, el rojo se ahogaba y Huracán consumía su oxigeno en la lucha. Entonces a pelearla. Por eso, el pelado Fernandez se calzó el overol y se multiplicó en el campo de juego para ponerle su entrega y coraje al partido, redondeando una de las mejores actuaciones del delantero en el equipo. Schiavi, Bassa, Pringles y Alonso cerraron el espacio aéreo de su defensa con autoridad. Y Mauro Beltramella, cuanto tiene que ver el flaco en lo que sería la victoria de Rivadavia con su seguridad y una increíble atajada descolgando la pelota del ángulo cuando el partido estaba 1 a 0. Todo y cada uno de los factores que llevan a pensar en grande, aunque aún ni se quiera pensar en eso por mesura y serenidad.

Ahí, el Rojo de Lincoln celebró el reencuentro de Fernandez con su buen juego en un destello de su caprichosa habilidad para escapar primero a la marca molesta del mediocampo del globo, y luego para escabullirse en un pie a pie entre los centrales para entrar al área y ser derribado. Entonces, luego de las desaireadas protestas de medio equipo visitante; colocó con categoría el balón lejos del alcance de Coronda para poner el grito de gol que escalaba peldaños en el Clausura.

El equipo de Pírez, agiganta su figura cada vez más jugando como local. Lo padeció Santamarina de Tandil, Cipolletti de Río Negro y ahora le tocó al gran equipo de Tres Algarrobos. Eh!! Disculpen!. El gran equipo de Tres Arroyos. Nada menos que Huracán.

Quizás se busca belleza para los ojos, pero no se ruborice si este Rivadavia se defiende; entienda, este equipo sabe lo que quiere y como ir hasta ese lugar. Lo demuestra en cada pelota, en cada festejo de gol y hasta en cada reportaje de RTV.

¿Cuántos partidos se fue maldiciendo por haber jugado bien y se quedó con las manos vacías?. Hoy mire la tabla de posiciones, esa es la respuesta y el camino hacia dónde intenta ir Rivadavia. Con ese testamento corregir las cosas que hoy escasean será mucho más fácil.

Hoy Lincoln y mucho más allá, celebra esta nueva faceta de este equipo que parecía descansar en el olvido. Bendita sea tu lucha, Rivadavia.

(Pedimos disculpas a los lectores del blog por la demora del informe)