RIVADAVIA GANÓ EN SANTA FÉ Y SIGUE SUBIENDO
NO PASÓ NARANJA

El equipo de Pirez se alzó con una gran victoria en calidad de visitante frente al Real Arroyo Seco luego de estar en desventaja en la primera mitad. Dos goles de Altamirano y una enorme labor colcectiva fueron los puntos más altos del equipo de la ciudad que ahora se ubica en la cuarta poscición del grupo, cuando queda una ronda por jugar y ocho unidades los separan de los líderes Santamarina y Cipolletti.
Bien entonado. Así visitaba Rivadavia, a uno de los equipos al que todavía no había podido ganarle en lo que va del torneo. Así viajaban las ilusiones de todos representada en cada pecho de cada uno de los once jugadores que lucieron la casaca roja y blanca. Así, el conjunto de Pirez buscaba seguir dejando atras errores del pasado e intentar sumar nuevamente abultado, esa cantidad necesaria para despegar aún más de la zona peligrosa de la tabla y seguir dejando rivales en el camino. Tranquilo, pero no manso, sin estar ahogado por el fantasma de la promoción, sin esa mochila pesada de hace poco tiempo atrás donde las calculadoras cotizaban en bolsa mientras los puntos escaseaban en el stock de las necesidades.
Porque este Rivadavia, se caracterizó desde el arranque del Clausura a reinventarse en cada nuevo encuentro, y esta tarde se lo volvió a ver con memoria e identidad futbolística. Más allá de arrancar perdiendo, el rojo siempre buscó, y esa búsqueda tuvo premio: y nuevamente en los pies del gran delantero albirrojo. Rivadavia tuvo la fórmula del éxito en los botines de Oscar Altamirano, quien una vez más se anotó como verdugo y le dio al equipo una inmensa e inconmensurable victoria en Santa Fe. Dos definiciones del nueve a pura potencia que sirven para seguir con la gran levantada albirroja en este inicio de 2008, Pero además trajo alivio, tranquilidad, algo de oxígeno en una lucha que no permite distracciones, en la que cada traspié duele muchísimo, pero cada victoria se disfruta como un campeonato. El mote de "final" que el plantel le pone a cada partido se esta viendo reflejado en la cancha
Rivadavia gruñe, muestra los dientes cuando se siente acechado. Da la sensación de que las situaciones extremas potencian el amor propio del equipo del barrio San Jose, que, con buen juego, sigue dejando en el olvido aquel espeso bosque en el que se perdió tras los últimos resultados del Apertura 2007. Rivadavia se esfuerza y, con mucho sacrificio y buen fútbol, sigue la brújula del empeño, del coraje y saca adelante partidos que pueden complicarlo seriamente para el futuro. Y uno de esos se dio el sabado. Con el temperamento que lo caracteriza, decisiones firmes y un desgaste de energía que no supo de flaquezas, el Rojo se sacó de encima al Real Arroyo Seco con un 2 a 1 tan significativo para el presente como para lo que vendrá.

Tuvo vocación ofensiva durante los 90 minutos, con un mediocampo remendado que se mostró muy sólido con Andrés Alonso como patrón y un Zuñiga en esplendor, recuperando y haciendose eje de cada ataque. Arriba se repetía la exitosa formula que brilló contra Cipolletti. La potencia y habilidad de Emanuel Barboza exigiendo permanentemente a los defensores santafesinos sobre las bandas, para asi poder buscar con un centro al siempre luchador Oscar Altamirano. El gordo iba a ser el gran protagonista de la tarde. Y eso que el equipo se iba a ver en desventaja desde el arranque con una perla de Sergio Silva, que con un formidable tiro libre le permitiría al naranja abrir el marcador en su primer llegada al arco de Beltramella.
Así, sin desesperarse, jugando con prolijidad y tratando de armar jugadas combinadas, el equipo de Pirez acorraló al Real, pero todas las buenas intenciones se desvanecían en el área grande, donde una muralla de jugadores visitantes no sentían pudor en despejar docenas de pelotas a campo rival para poder encontrar a un solitario Barretto y así ampliar la diferencia de contra.
De a poco Dante Zuñiga y Matías Collman se fueron adueñando de casi todas las pelotas en el centro del campo y Rivadavia comenzaba a monopolizar la pelota, con el simple recurso de ahogar a su rival en la salida desnudó las carencias del RAS.
En el complemento, el rojo saldría decidido a buscar los tres puntos. Para eso necesitaría dos goles. Afirmado en defensa, donde sólo pasó algún sobresalto, parecía tener todo bajo control. Los fantasmas del Apertura habían sido desterrados. Ni el peligroso Barreto, ni el habilidoso Long hacían demasiado para asustar a Beltramella. Atrás todo bien, adelante... Y adelante estaba el afiladísimo Altamirano que nuevamente iba a dar cátedra de su habilidad en el area y su capacidad goleadora para definir a pura potencia sobre el cuerpo de Pereyra, al que ya le había marcado en su anterior vista a Santa Fé (solo que aquella vez el resultado había sido 3 a 1 para el local). El primero de Oscar, el empate, vino luego de una gran apilada de Dante y una gran habilitación, a lo Riquelme, para que el nueve la mandara a guardar y las cosas quedaran igualadas. El segundo llegaría luego de una corajeada de Alsina, que luego de recuperar la pelota en ataque, en una especia de "pase-tiro al arco" el balón le caería a los pies del goleador para así poner las cosas 2 a 1 y darle cifras definitivas al encuentro, pase de Oscar para otro Oscar y tres valiosísimos puntos que se quedan en Lincoln.
Con la ventaja, el equipo de Pirez justificó la victoria, porque hizo correr el balón y lo cuidó antes de lanzar estocadas. Con orden en todas sus líneas, Rivadavia estuvo más cerca de aumentar que el Real del empate aunque en una jugada en el final, el peligro rondó los dominios de Beltramella con otra aparición de Silva. Rivadavia ganó y festejó doble, porque superó en la tabla a un rival directo en su lucha por alejarse lo mas pronto de los rivales de abajo y sigue ilusionado con conseguir una nueva clasificación cuando todavía faltan ocho partidos y ocho puntos lo separan de la cima de la tabla.
Entonces, al cabo de las tres primeras ruedas de esta fase, Santamarina y Cipolletti de Río Negro marchan al frente con 41 puntos cada uno; contra 35 de Guillermo Brown. Más atrás, con la ilusión intacta de clasificación, están Rivadavia (33), Huracán de Tres Arroyos (32) y Real Arroyo Seco (31). Más comprometidos en su situación aparecen Villa Mitre de Bahía Blanca (28), Juventud de Pergamino (26) y La Plata Fútbol Club (23). Cada equipo tiene ocho partidos por delante para definir la clasificación, reservada para los dos primeros de cada zona y para los dos mejores terceros, teniendo en cuenta los tres grupos. Al respecto, los terceros que hoy estarían avanzando a la siguiente etapa son Talleres de Perico (44 puntos en la zona A) y Libertad de Sunchales (37 en la B), mientras que el puntaje de Brown de Puerto Madryn no le está alcanzando para clasificar. A todos los participantes les queda igual cantidad de juegos por delante, ya que si bien los grupos A y B tienen ocho integrantes, afrontarán una jornada con interzonales.
Foto: Golazo Deportivo