Rivadavia de Lincoln

RIVADAVIA 4 - 0 JUVENTUD
EL DESAHOGO LLEGÓ CON GOLEADA
Con actitud y contunden- cia Rivadavia goleó 4 a 0 a Juventud de Pergamino, dejando nuevamente la imagen de aquel equipo imbatible como local. Sepúlveda, Roca, Lepors y Besel marcaron para el rojo el sábado por la tarde.

Y una tarde volvió el buen juego de equipo, la contundencia para acertar en los momentos clave y la actitud, para revertir situaciones adversas en el torneo. Y una tarde volvió a ser Rivadavia, aquel equipo protagonista, superando en gran parte de los minutos a su rival. El sábado a la tarde el equipo dirigido por Juan Carlos Pirez volvió a mostrar su mejor cara, y justamente ante su público, como para que no quepan dudas en su hinchada que con este 4 a 0 ha vuelto el equipo de sus amores.

Fue justamente uno de sus rivales directos para alejarse del fondo el que sucumbió ante el oportunismo y actitud ganadora del equipo de Lincoln. Cuando en el campo de juego el rojo mostraba en los primeros segundos nuevamente el clásico 4-3-3 en la formación inicial, con Mauro Beltramella; Mauricio Lepors, Cristian Draghi, Leandro Schiavi y Cristian Roca; Jonathan García, Juan Pablo Manzoco y Dante Zuñiga; Alejandro Sepúlveda, Conrado Besel y Luciano Vázquez, el primer grito llenó el complejo deportivo.
No se había cumplido un minuto cuando Dante Zuñiga cambió una pelota de izquierda a derecha, el goleador Conrado Besel ingresó en posición lícita y luego de una reacción a medias del uno del celeste Vazquez Espagnol, Alejandro Sepúlveda puso la apertura del marcador mientras que los once jugadores y todo el banco de la visita reclamaban un inexistente offside. 1 a 0.

El celeste reaccionó de inmediato y empezó a llegar al área de Mauro Beltramella aunque con poco peligro y sin demasiada claridad. El conjunto albirrojo, a diferencia de otros malos momentos, no mermó en su actitud de ataque y quite de pelota en la mitad de la cancha, con Juan Pablo Manzoco como abanderado. Por eso fue a los veinte minutos, tras una foul sobre Conrado Besel; tiro libre-centro desde la derecha por parte de Dante Zuñiga y Cristian Roca que anticipa a toda la defensa rival para enviar la pelota de zurda al fondo de la red dejando nuevamente sin chances a Vazquez Espagnol. 2 a 0.

Arrancaba la segunda mitad y todo parecía ser un calco de la primera. Para confirmar el buen juego, el Rojo necesitaba otro gol para que los fantasmas del empate dejen de merodear “El Coliseo”. Por eso, el tercer grito de la tarde cayó como un bálsamo para la gran hinchada Rivadaviense. El cronómetro de Rubén Gonzalez marcaba cincuenta segundos cuando Mauricio Lepors encaró por la banda y metió un centro-tiro al arco que se le coló por la espalda al portero pergaminense y terminó en el fondo de la red. La suerte que nunca tuvo el conjunto de Pirez en lo que va de este 2009 parecía llegar de una vez por todas. 3 a 0. Durísimo golpe anímico para la visita y partido liquidado a favor del local.

El cuarto fue casi un premio al esfuerzo para el gran goleador de Rivadavia en la temporada, quien capturó un pase entrecortado, encaró frente a la salida desesperada de Vazquez Espagnol y con una notable y categórica definición al mejor estilo Diego Vera, decretó el 4 a 0 definitivo. Pura categoría para el nueve albirrojo y una definición de esas que se aplauden hasta que las palmas queden rojas. Era obvio que si el equipo de Pirez mete cuatro goles, por lo menos uno de Besel hay.

Cuatro para Rivadavia y cero para Juventud. Si, están leyendo bien, fue 4 a 0 final para iniciar la alegría y el desahogo de tanto punto perdido, de tanta malaria acumulada. Hizo falta tanto fútbol para calmar esa indigesta ansiedad de volver a la victoria y convencer con su empuje y contundencia. Para volver, de a poco todo a su debido lugar.